Como apuntaban los sondeos, el ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ) ha ganado las elecciones legislativas en Austria: lo ha hecho con un 29,2 por ciento de los sufragios, lo que le dará 58 escaños y dejando en segunda posición al Partido Popular (ÖVP), actualmente en el poder, que obtiene un 26,5 por ciento y 52 asientos desplomándose once puntos respecto a los anteriores comicios.

Según datos preliminares anunciados por el Ministerio del Interior, el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ) quedó en tercera posición con un 21 por ciento de votos y 41 escaños, en el que es el peor en la historia del socialismo austriaco.

La cuarta posición es para NEOS-La Nueva Austria con un nueve por ciento y 17 asientos. Mientras, Los Verdes, que formaban parte de la coalición gubernamental, obtienen un ocho por ciento, cinco puntos menos que en los anteriores comicios, y 15 escaños. Más lejos están el Partido Comunista de Austria (KPÖ, 2,3 por ciento) y el llamativo Partido de la Cerveza (Bier Partei, dos por ciento), que se quedan sin representación parlamentaria.

Probable coalición entre populares y socialistas

“Las cosas no pueden seguir como están ahora“, ha señalado el líder del FPÖ, el prorruso Herbert Kickl en una comparecencia ante la prensa en la que ha señalado estar “listo” para formar gobierno. Sin embargo, populares y socialistas estarían dispuestos a forjar una gran coalición a imagen de Alemania que deje fuera al FPÖ del gobierno. Así lo apuntaron nada más conocerse los resultados sus respectivos líderes: el actual canciller austriaco y líder del ÖVP, Karl Nehammer, cerró la puerta a apoyar a Kickl. Mientras, el director federal del partido socialista, Klaus Seltenheim, tras reconocer que es “un resultado doloroso”, fijó como objetivo “ahorrar al pueblo austriaco una coalición negriazul”, en referencia a los colores de FPÖ y ÖVP.