La feminazi Ada Colau, campeona mundial en antisemitismo

El ejército de Israel desmonta las mentiras y el “turismo político” de Colau y Asens en Cisjordania

El examen básico de los hechos deja la aventura de Colau y Asens donde era previsible: como una escenificación ridícula.

Ada Colau Jaume Asens denunciaban hace un par de días el “ataque” del ejército de Israel que habían sufrido en una localidad de Cisjordania cuando iban a “recoger olivas” acompañando a palestinos del lugar.

Ante las manifestaciones de ambos políticos, que publicaron unos vídeos aparentemente dramáticos como si hubiesen sido tiroteados, los militares israelíes han abierto una investigación para conocer los detalles de lo ocurrido. Uno de sus portavoces habituales, el capitán Roni Kaplan, ha hecho públicas las conclusiones.

El militar explica que los presuntos recolectores accedieron al lugar “sin coordinación previa”, cuando se trata de una zona que “está designada para cosechar únicamente con previa coordinación con los funcionarios de seguridad”. Es decir es falso lo que dijeron Colau y Asens de que se impida la recolección, sólo que hay que hacerla de forma coordinada con las fuerzas de seguridad.

Esta normativa es, siempre según Kaplan “conocida y reconocida por el lado palestino” y tiene como objetivo “fortalecer la estabilidad en la zona en materia de seguridad”, algo que redunda en “el bien de todas la poblaciones que viven allí, incluida la palestina”.

De hecho, este primer grupo de personas abandonó la zona de forma voluntaria “tras conversaciones entre la Administración Civil y las autoridades palestinas”.

Sin embargo, “varias horas después” un segundo grupo de “decenas de personas, algunas de ellas enmascaradas” llegó al lugar y, después de pedirles que lo abandonaran como había hecho el primer grupo, se acabó aplicando “el protocolo de dispersión de disturbios”.

Kaplan incluye en su mensaje otro tuit en el que se ve la realidad tanto del supuesto ataque como del show periodístico que acompañaba a los infractores.

“A título personal” el propio Kaplan critica la “escena de turismo político organizado por incitadores profesionales” y pide a Colau y Asens que “si realmente son humanistas (…) me acompañe a visitar viudas israelíes, huérfanas y huérfanos y familias de secuestrados y asesinados. Es siempre bueno conocer ambas partes”.

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