Los tutores de Honduras
Por: Ricardo Alonso Flores
Ahora resulta que le han salido a Honduras una serie de personajes, de dudosa vocación democrática casi todos ellos, que se niegan a reconocer no sólo al gobierno constitucional de nuestro país, sino que también las recientes elecciones, cuya validez sólo pueden negar aquellos que no están bien informados, o los que su escasa inteligencia no les permite discernir la situación en un país que apenas conocen, o los que usan como método la maldad y la hipocresía.
Me dio tristeza leer en un diario español las declaraciones de la señora Michelle Bachelet, que al referirse a Honduras dijo que desde que se sacó del poder al anterior presidente, el pueblo hondureño se ha vuelto más pobre. No sé de dónde la señora, que está a punto de entregar el poder ha sacado semejantes conclusiones. Chile se ha caracterizado por ser un país serio y esto pone en duda que su presidenta lo sea. Realmente me sorprende y si estos son los criterios que se manejan en el sur de América, es muy dudoso que se comprenda bien lo que sucede en Honduras.
Por otra parte, algunos medios internacionales dicen que los países del Mercosur “anunciaron este lunes su pleno desconocimiento a las elecciones del pasado 29 de noviembre”. Esta declaración fue suscrita por los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, la que no contó con el respaldo de Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Bolivia.
Resulta extraño que dos de los más fervientes seguidores de Chávez hayan observado una posición más moderada, me refiero a Ecuador y a Bolivia, que en principio parecían respaldar todo lo que Chávez inspiraba en esa cumbre, pero eso no los exime de ser también censores y pretendidos tutores de Honduras.
Puestos a pensar en serio, poco podemos perder, porque la parte comercial, que suele ser la base de cualquier relación, es escasamente apreciable lo que nos vincula con esas naciones y yo creo que ya es tiempo de ir pensando qué vamos a hacer si persiste esa terquedad de la señora Cristina Fernández de Kirchner, persona que no puede hablar mucho de decencia electoral, desde que se descubrió aquel maletín que llevaba una considerable suma de dólares para la campaña electoral, supuestamente para apoyar su candidatura. Algunos medios de muchos países señalan que la fortuna del matrimonio Kirchner ha experimentado un crecimiento vertiginoso y no creo que se hayan sacado la lotería de Navidad en España en tiempos recientes.
Brasil tiene una posición un tanto vacilante, porque por un lado el señor Lula da Silva dice en Portugal que nunca reconocerá al actual gobierno, pero su candidata a sucederlo no oculta la posibilidad de hacer lo propio con las elecciones. Lula en sus estertores como presidente quiere ser considerado el líder de América Latina, pero una cosa es que caiga simpático y otra que sea realmente un estadista. Sus ejecutorias en el caso de Honduras lo dejan muy mal parado.
Si siguen con estas posturas, creo que es tiempo ya de ponerse a pensar que los aranceles se hicieron para algo y que veamos cuánto importamos de esas dos naciones que tanto nos causan daños y que aunque sea poco, podemos gravar lo que nos llega de allá, para que vean que en Honduras no nos chupamos el dedo.
El bloque sudamericano puede ser grande en territorio pero la importancia que tiene para Honduras es mínima, por lo que digan, hagan, griten y señalen nos afecta realmente muy poco porque no es nuestro centro de importaciones ni de exportaciones al grado que ni los compatriotas con mayores necesidades en su peor pesadilla se le ocurriría irse para cualquiera de esas naciones.
Debemos reconocer que en medio de ese centro de histéricos criterios, hubo una voz sensata, la del vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, quien dijo que “no se puede condenar a Honduras a la soledad eterna por un problema institucional en un determinado momento”.
Pero a pesar de este argumento tan razonable, la inefable doña Cristina Fernández de Kirchner dijo que la OEA “debería tomar medidas económicas contra el futuro gobierno de Honduras”. No sé de dónde esta señora ha podido encontrar un asidero legal para decir semejante estupidez. Ahora quiere convertir a la OEA de Insulza en un tribunal que juzgue, castigue y azote a Honduras, porque según su cabeza llena de aserrín ella y quienes la siguen se han querido convertir en los tutores de Honduras. Sólo falta que se les ocurra pensar en la figura del protectorado y nos quiera obligar a que todos bailemos tangos y milongas. Ante esto, alguno de nuestros paisanos oyendo tanta estulticia podría decir: “que vieja más bruta”.