César Pérez Vivas:”Se acerca el final de Chávez por la vía democrática”

cesar_perez_vivas_felicitc3b3_al_diario_la_nacion“Chávez sufre una caída imparable en su popularidad”

César Pérez Vivas es considerado uno de los líderes de la oposición democrática venezolana más sólido y formado y su nombre suena como candidato para las próximas elecciones presidenciales
ElHeraldo.hn POR RICARDO ANGOSO

César Pérez Vivas es considerado uno de los líderes de la oposición democrática venezolana más sólido y formado y su nombre suena como candidato para las próximas elecciones presidenciales, siempre y cuando gane las primarias dentro de la Mesa Unitaria Democrática. Si así fuera, el actual presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se encontraría ante un firme y preparado competidor, un corredor de fondo que sabe que al chavismo se le puede derrotar en las urnas y que su modelo político está ya definitivamente agotado.

¿Cómo ve el panorama político venezolano?
El panorama político está cambiando sustancialmente en Venezuela, cada día que pasa el pueblo venezolano interioriza su desacuerdo con el modelo neomarxista que encarna el presidente Hugo Chávez, y todas las encuestas y consultas llevadas a cabo así lo muestran. Ahora es importante que nosotros hagamos las cosas para que se pueda producir el cambio que todos añoran y ansían para Venezuela. Ya en el 2008 conseguimos unos resultados importantes en cinco Estados donde ganó la oposición democrática al chavismo, luego se han sumado otros dos Estados a esta tendencia y, finalmente, llegamos a las elecciones parlamentarias donde logramos una mayoría de votos que nos permitió tener una representación parlamentaria importante, pero que no fue mayoritaria porque el sistema electoral venezolano, con los elementos fraudulentos que lo caracterizan, permitió que el Ejecutivo tuviera una mayoría en el Legislativo que no le pertenecería si las elecciones hubiesen sido limpias.
El gobierno ya no cuenta con la mayoría de los votos, algo que por cierto reflejan casi todas las encuestas y estudios sociológicos serios. Chávez sufre una lenta pero sostenida caída en su popularidad, el cambio es un proceso imparable. El modelo basado en la economía petrolera, teniendo a la población permanentemente anestesiada y utilizando de una forma despilfarradora estos recursos, se ha revertido porque en el fondo la pobreza se mantiene intacta. Además, se ha destruido el aparato productivo del país y las infraestructuras se han abandonado. Y todo esto lo va viendo la población. Hay un creciente deterioro de la economía nacional, siendo nuestra inflación la más alta de América Latina, del orden del 30% anual, y un desempleo que no remite y ya casi es estructural. En definitiva, todos estos elementos están llevando al país a un sentimiento de deseado cambio y donde la oposición democrática confluye con el deseo social de que el mismo sea rápido y efectivo para la nación. Creemos que esa oposición debe ser capaz de aunar todas las esfuerzos y sectores sociales que desean ese cambio, de tal forma que podamos ser una alternativa razonable y creíble frente a las pretensiones hegemónicas y totalitarias del presidente Chávez. Creo que seremos capaces de dar esa batalla y ganarla por la vía electoral.

¿Y cree que la oposición será capaz de ir unida y con un solo candidato?
Sí, tenemos un compromiso claro de ir unidos y con un candidato unitario; estamos definiendo una agenda ya para designar ese candidato a principios del año 2012 y de esa manera arrancar el próximo año con una propuesta electoral que logre motivar e incorporar al pueblo venezolano plenamente a la campaña, y garantizar de esta forma el cambio en las elecciones de diciembre 2012. Nuestra apuesta es ambiciosa pero merece la pena.

¿A quién ve cómo candidato frente a Chávez en esas elecciones?
Hay varios candidatos, entre los que me encuentro, pero lo que se trata es de encontrar a alguien que concite la unidad de la oposición democrática y que se gane la confianza de la ciudadanía. Ahora creo que esa lista la conformamos más de diez ciudadanos venezolanos que estamos dispuestos a dar esa batalla y, por supuesto, ganarla.

¿Usted cree que Chávez aceptaría una derrota democrática y dejaría el poder pacíficamente?
No tiene otro remedio ni otra salida que aceptar el resultado de una derrota en las urnas. La posición que ha tomado defendiendo el uso de la fuerza por parte de (Muamar) Gadafi no es más que una huida hacia adelante, habiendo tomado partido por lo peor en la política no muestra más que su talante y su forma de entender el mundo. Además, el presidente Chávez no debe olvidar que Venezuela no es Libia, las realidades son totalmente diferentes. Si bien es cierto que Chávez lleva doce años en el poder y que controla todas las estructuras del poder político y del Estado, no es menos cierto que Venezuela tiene una larga historia y una sólida tradición democrática. Tenemos una cultura democrática muy arraigada y profundamente enraizada en nuestra sociedad que ha resistido y resistirá al modelo fuertemente autoritario impulsado por Chávez en estos años.

¿No hay riesgo de que haya un fraude electoral en beneficio de Chávez?
Siempre hay riesgo de que exista fraude, desconocimiento incluso de la ciudadanía, pero eso no nos debe alejar en nuestro empeño de ir al proceso electoral y ganar las elecciones.

Otro asunto: ¿no cree que Chávez utilizará el dinero del Estado y sus redes clientelares para ganar las elecciones?
Lo ha hecho y lo hará, no tengo la menor duda. Pero con toda esta disposición en contra, e incluso pese a sus intentos por retener los apoyos por todos los medios, de una forma populista y corrupta, creo que poco a poco se va imponiendo la conciencia del país de que su permanencia en el poder es negativa a los intereses generales del pueblo venezolano.

Como líder de la oposición democrática no se siente decepcionado por el último viaje del presidente estadounidense a la región y las escasas referencias que hubo a los problemas del continente, especialmente en el caso de Venezuela.
Estados Unidos ha jugado siempre un rol muy protagónico en el mundo y muy especialmente en América Latina. Pero en el caso de Venezuela, nosotros pensamos que lo importante es que la gente perciba que esta es una lucha del pueblo venezolano por el cambio y no el deseo de una potencia por cambiar el sistema de aquí, creo que es mucho mejor enfocar así nuestra lucha porque la gente la percibe con más claridad. El proceso de cambio debe venir dado desde el sentimiento y la voluntad de todos los venezolanos por favorecer la alternancia de una forma democrática y no por el deseo del presidente (Barack) Obama u otra administración norteamericana. Ese silencio discreto de Obama nos sirve a los venezolanos para entender con más claridad la necesidad de cambio como algo que es parte de nuestro proceso por ganar en libertades fundamentales y avanzar en el camino democrático.

¿Se han sentido abandonados por el gobierno español, ha sido una posición correcta la adoptada por Zapatero en estos años?
El gobierno español ha tenido una posición muy tibia con respecto a las cosas que ocurrían y ocurren en Venezuela. Nosotros ya expusimos al presidente José Luis Rodríguez Zapatero acerca de lo que aquí estaba ocurriendo y él se expresó favorable a nuestras demandas, dispuesto a escucharnos y abrir la embajada española a nuestros representantes. Pero en la práctica no fue así y no hubo una mirada comprensiva por parte del Ejecutivo español hacia lo que aquí estaba ocurriendo, que era realmente grave e iba en una dirección no democrática. Nosotros lo lamentamos mucho porque España era un país amigo y aliado de nuestro país, siendo pueblos hermanos e históricamente muy cercanos. Nosotros, los demócratas venezolanos, esperábamos mucho más de España en estos años y lamentablemente no ha sido así; la administración socialista se mostró tibia y ajena a nuestros intereses democráticos.

¿Cree que existe alguna ligazón entre el régimen de Hugo Chávez y la banda terrorista ETA?
Hay hechos documentados, como la relación entre algunas personas que trabajan en el Ejecutivo de Venezuela y ETA. Pero ir más allá de esa relación sería entrar en el terreno de la especulación política. Nosotros no tenemos pruebas ni indicios de que haya algo más que esa relación de la que hablaba antes.


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