HONDURAS, LA LUCHA POR LA LIBERTAD CONTINUA
POR RICARDO ANGOSO
El reciente regreso de Zelaya a Honduras, tras el pacto entre los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, respectivamente, vuelve a poner de actualidad la crisis hondureña. Nuevos escenarios de desestabilización esperan, con toda seguridad al país, pues ya el ex presidente Zelaya ha anunciado que se pondrá al frente de la mal llamada “resistencia hondureña”. Rodas, su ideóloga, también ha regresado a Tegucigalpa y ya se anuncian nuevas acciones contra el endeble sistema democrático. La nueva fuerza de la izquierda revolucionaria, muy en la línea del Foro de Sao Paulo y de los lineamientos chavistas, se llama Frente Amplio de Resistencia Popular y tiene vocación hegemónica, aunque se declare “democrático”. También “revolucionario”, en la línea inspirada por los “bolivarianos” y los movimientos financiados por Chávez.
Una vez fracasada la estrategia chavista en El Salvador, Honduras se vuelve a situar en el punto de mira geoestratégico del régimen venezolano y su máximo líder. Además, Centroamérica sigue siendo la región mas vulnerable y sensible del continente, pues en esta zona convergen el narcotráfico, el crimen organizado, la inseguridad pública, la actuación de las maras y la crónica debilidad de los Estados y las instituciones. Una estrategia deliberada contra estas democracias débiles y en proceso de conformación, junto con la alianza con fuerzas internas que conspiran en la misma línea, puede tener éxito, como se vio en la crisis hondureña en los primeros meses del año 2009, y provocar un escenario proclive a sus objetivos. Honduras se vuelve a colocar en zona de peligro y sus máximos dirigentes, con el presidente Lobo al frente, deberían saberlo.
Luego está la dejadez y desinterés con que los Estados Unidos, bajo la presidencia de Barack Obama, atienden en la actualidad a las cuestiones continentales. No hay una política exterior norteamericana para América Latina ni una estrategia definida, sino un conjunto de ideas desordenadas, escasamente bocetadas y sin conformar una acción común de su diplomacia. El momento, cuando la amenaza chavista sigue presente, no puede ser más grave y no debe ser minimizado, como pretenden algunos tontos útiles en Washington. Chávez tiene las ideas claras para el continente, ¿las tienen los Estados Unidos?
Es más que seguro que la intromisión por parte de los regímenes venezolano y cubano va a continuar e incluso se va a intensificar en los próximos meses en Honduras. Un fracaso en las políticas sociales y económicas del presidente Lobo, junto con una acción desestabilizadora de desgaste de las instituciones por parte de los sindicatos y esta nueva fuerza, podría generar un escenario inesperado y adverso para la democracia hondureña. La campaña electoral para las elecciones del 2013 ha comenzado y Zelaya, que nunca ha ocultado su deseo de regresar al frente del país, se sitúa como uno de sus candidatos.
Lo que suceda desde ahora hasta ese año no está escrito, pero es más que patente que el “Plan Honduras” de Hugo Chávez sigue su curso: construir una base política y territorial en Centroamérica desde la cual atacar al “imperio”, es decir, los Estados Unidos. Y esa base, como en junio de 2009, cuando se conjuró la amenaza contra la democracia, es Honduras. En estos momentos, pese al optimismo que exhiben algunos, las espadas siguen en alto, la lucha por la libertad y contra la tiranía continúa.