Zelaya se pone al frente de la izquierda hondureña tras regresar del exilio
El exmandatario pide el reingreso de su país en la OEA
PABLO ORDAZ | Enviado especial a Tegucigalpa 29/05/2011
Fue precisamente la intención de Zelaya de cambiar la Constitución -con el objetivo último de perpetuarse en el poder- la razón que los golpistas esgrimieron para sacarlo del país. El sábado, mientras esperaba el retorno del ex presidente, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, contó a este periódico su experiencia hondureña: “He aprendido muchas lecciones, pero sin duda la primera es que hay que actuar antes de que se produzca el golpe. Hacer lo que sea, pero antes, porque luego ya es muy difícil arreglarlo. Mire, yo vine acá con una limitación, la de no encontrarme con los golpistas, porque me lo habían pedido los embajadores, pero le voy a confesar que me hubiera saltado la regla si hubiera visto alguna disposición de alguien a cambiar las cosas. Pero hablé con el cardenal, con los candidatos, con el presidente de la Corte de Justicia… y la conclusión que saqué fue que estaban muy orgullosos de lo que había ocurrido”.
Hace dos años, Zelaya se fue a dormir sin darse cuenta de que todos los poderes del Estado lo habían abandonado. Ahora ya no está solo. El golpe propició un movimiento de indignación que sigue vivo. De él -un personaje imprevisible? depende en buena parte el futuro de Honduras.