Jorge Ramón Hernández Alcerro, embajador de Honduras en Estados Unidos responde a nuestras preguntas

jorge-hondurasENTREVISTA DE RICARDO ANGOSO

A JORGE RAMÓN HERNÁNDEZ ALCERRO,

EMBAJADOR DE HONDURAS EN ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

El próximo embajador de Honduras en Estados Unidos, Jorge Ramón Alcerro, es un veterano líder y político procedente del Partido Nacional. Hombre cercano al actual canciller, Mario Canahuati, su estrella ascendiente dentro de la nueva administración del presidente Pepe Lobo se confirma tras ser nombrado para ocupar la máxima jefatura de la embajada más importante para este país centroamericano, ya que no olvidemos que ambas nacionales han mantenido sólidos lazos

¿Cómo se encuentra el país tras la llegada de Lobo al Gobierno, están normalizadas las cosas?

El Presidente Lobo asumió la Presidencia en circunstancias políticas y económicas muy difíciles. En el frente político el desafío es gobernar con el consenso más amplio posible. De allí su propuesta del Plan de Nación el que representa el acuerdo de los distintos sectores de la sociedad sobre los objetivos nacionales de largo plazo. También se explica así la amnistía que propuso, la integración de un gobierno de unidad nacional y su propuesta de reconciliación de los hondureños para poner término a la polarización que dio lugar la crisis de 2009. En el frente económico el reto es relanzar la economía. El Presidente encontró un país con un déficit fiscal del 6% del PIB, con una deuda interna y flotante superior a los US$1,000 millones, un desempleo rampante y una estructura productiva desestimulada por las incertidumbres políticas. En cuatro meses ha logrado avanzar significativamente, pero aún queda una importante tarea por delante.

¿Parece que el proceso de reintegración internacional no se ha completado, al menos eso se desprende del veto a Honduras en la Cumbre de Madrid?

Con excepción de algunos pocos países, ya se han normalizado las relaciones con todos los que verdaderamente interesan. El Presidente y el Canciller han dedicado muchos esfuerzos para reestablecer relaciones con prácticamente todos los países con los cuales Honduras tradicionalmente ha sostenido relaciones diplomáticas y consulares. El intercambio comercial, los flujos financieros y la cooperación bilateral y multilateral se han reiniciado casi totalmente. Quedan ciertos países que por motivaciones ideológicas no reconocen al gobierno Lobo surgido de las elecciones más concurridas, supervisadas y transparentes de nuestra historia republicana.

¿Cómo se va a resolver el asunto de las relaciones con los países del ALBA, pero también con Argentina, Brasil e incluso, Chile y México?

México tiene Embajador acreditado en Tegucigalpa. Somos parte de una misma región y compartimos muchas similitudes e intereses en materia de seguridad, comercial y migratoria. Hay además muchos lazos culturales y afectivos entre ambos países. Pienso que la normalización plena se irá dando gradualmente. Chile desafortunadamente sufrió un desastre natural que ha centrado la atención de su gobierno en los problemas internos, pero ambos Presidentes, Lobo y Piñera han hablado cordialmente. Con respecto a los otros países tendremos que esperar que maduren en su política externa o se produzcan cambios políticos internos que determinen una diplomacia menos ideologizada, objetiva y realista. El Presidente ha dicho que ha hecho todo lo que está en sus manos para reestablecer relaciones con esos países. Ahora la decisión está del otro lado.

¿Cree que el final de la crisis hondureña pasa por el regreso de Zelaya y su acomodo institucional?

El problema no es el regreso del ex Presidente Zelaya. El propio Presidente Lobo ha ofrecido traerlo personalmente a Honduras. Zelaya puede volver cuando quiera. El problema es que él, y algunos de los países que aún no tienen relaciones con Honduras, condicionan su regreso a que se anulen los juicios penales por delitos comunes que están pendientes de sustanciación en los tribunales. Eso no es legalmente posible. Se dio una amnistía amplia por delitos políticos y comunes conexos. Sin embargo hay requerimientos por delitos simplemente comunes que de acuerdo a la Constitución y las leyes no pueden ser amnistiados. De allí que el final de la crisis, como usted lo llama, depende de que todos nos sometamos a la Constitución y las leyes y respetemos la institucionalidad.

¿Cómo hacer frente a los grandes desafíos de Honduras, entre los que destacan la inseguridad y la crisis económica?

Las principales causas de la actual inseguridad de Honduras son externas. Hay naturalmente criminalidad generada localmente pero no es esa la que ofrece mayor resistencia. No se puede combatir efectivamente la criminalidad transnacional únicamente con recursos nacionales. Se requiere de una acción concertada entre los países centroamericanos en primer lugar y luego de una estrecha cooperación con Colombia, México y los Estados Unidos. También es crítico mejorar la capacidad de investigación criminal. El Presidente ya trabaja sobre los crímenes transnacionales.

En lo económico, el Presidente Lobo ya ha tomado varias acciones importantes. Ha aprobado un presupuesto con un déficit fiscal significativamente menor al 2009. Ha hecho una reforma tributaria y está luchando contra la evasión de impuestos. La política monetaria contendrá la inflación este año en un 6%. Se está manejando los problemas heredados de una deuda interna y flotante muy significativa. Se sigue fortaleciendo el sistema financiero mediante la aplicación de la normativa prudencial. En el campo de la producción, el Presidente está impulsando una Estrategia Nacional de Competitividad en cuatro sectores estratégicos: maquila, turismo, forestal y agroalimentario.

¿Cómo juzga los primeros meses del Presidente Lobo?

Muy duros. Internamente ha tenido que balancear su posición entre dos campos en conflicto. Unos y otros han querido atraerlo a su lado. Él se ha mantenido en el centro. Dialogando. Escuchando. Uniendo. Sanando heridas. Tolerando. Esta actitud le ha valido críticas de uno y otro lado. Ha debido ser tolerante y humilde. Paciente y ecuánime. Externamente ha tenido que pagar la cuenta de unos platos que no rompió. De una cena de la cuál no se sirvió. Ha hecho todos los esfuerzos necesarios para iniciar la reconciliación entre los hondureños. Ha actuado de forma generosa y por ello ha tenido que pagar un costo político con algunos sectores. El ha repetido que es Presidente de todos los hondureños, no de un sólo sector de la sociedad. Ha cumplido cada día de estos primeros cuatro meses con la promesa que hizo de traerle paz a la Nación. El Presidente mira hacia el futuro, mientras que ciertos sectores están anclados en el pasado, rumiando aún sus frustraciones y desencantos.

¿Qué espera de las relaciones con Estados Unidos, son tan vitales para Honduras?

Estados Unidos es el socio comercial más importante de Honduras. No menos del 50% de nuestro comercio y de las inversiones directas provienen de Estados Unidos de América. Su peso en actividades económicas como el turismo, la maquila y la producción forestal, agrícola y ganadera es muy significativo. En materia de seguridad tenemos muchos intereses comunes. En el financiamiento de proyectos y programas de desarrollo, tanto bilateral como multilateralmente, Estados Unidos juega un papel esencial para nosotros. Más de un millón de hondureños vive en Estados Unidos y envían remesas equivalentes a casi una cuarta parte del PIB. Políticamente somos aliados en la esfera internacional y compartimos posiciones en muchos temas de la agenda mundial, no solamente los que se refieren a temas políticos sino en otros importantes como los medioambientales y derechos humanos.

¿Y de España, cree que su comportamiento fue el correcto?

Me recuerdo constantemente a mi mismo de lo que le pasó a la mujer de Lot. Soy de los que me resisto a ver hacia atrás, salvo para aprender de algún error que pueda haber cometido. La posición de España hizo una apreciación correcta de la realidad cuando el Gobierno Zapatero no desconoció el resultado de las elecciones de noviembre 2009. España es una pieza del ajedrez diplomático muy relevante en sí misma y dentro de la Unión Europea. Puede ser también un puente de comunicación con otros países. Su actuación con el Presidente Lobo ha sido muy madura y sensata. Creo que todo hondureño se congratula de ello.

¿Cree que la amenaza chavista sigue presente en Honduras?

Los hondureños deseamos lo mejor para Venezuela y los venezolanos. Recuerdo momentos críticos para Honduras en los cuales los venezolanos nos dieron una mano para salir adelante. Nunca pidieron nada a cambio. En ningún momento trataron de imponer su forma de ver el mundo. Fue solidaridad y hermandad latinoamericana pura. Esa es la relación que deseamos tener con Venezuela y con cualquier otro país. Ya lo dijo Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

¿A qué se debe la hostilidad de muchos países de América Latina hacia Honduras?

¡Se vuelve usted cada vez más incisivo! No hay hostilidad de países. Creo que la racionalidad no está imperando. Lo que prevalece es una interpretación ideológica de la realidad hondureña. A veces emocional. No de países, sino de personas. Hay gobiernos que desconocen al Presidente Lobo porque según ellos surgió de elecciones que organizó un gobierno que ellos no reconocían y con el cual tuvieron un contencioso. Su actitud hostil contradice su propia experiencia. Casi en la totalidad de los países latinoamericanos se han dado frecuentes y repetidas crisis políticas que terminaron abruptamente con algunos gobiernos. Sin embargo si no hubiera habido elecciones libres y honestas en esos países, los actuales mandatarios jamás hubieran sido electos para dirigir los destinos de sus pueblos. Esa es infortunadamente la historia de América Latina. ¡Quien esté libre de pecado que lance la primera piedra!

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