En relación a la primera interrogante, Cárdenas Rubio dejó sentado que la amenaza iraní está evidentemente demostrada en el reciente descubrimiento por parte de la comunidad internacional, de una segunda planta de enriquecimiento de uranio en Irán, que había sido ocultada y cuyo anuncio por parte del presidente de los EE.UU, Sr. Barak Obama, ha disparado todas las alarmas. Ya está en Irán una misión de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), dirigida por Mohamed El Baradei, que será la que le dirá al mundo cuál es el alcance de dicha amenaza.
Respecto del segundo punto, Cárdenas Rubio expuso una relación de las adquisiciones de armas por parte del gobierno venezolano en los últimos 10 años y la inmensa cantidad de millones de dólares que han invertido en esta materia.
Hizo igualmente una descripción del carácter militar del gobierno venezolano y de su vocación belicista, que en su opinión contrasta con la tradición pacifista mantenida por la política exterior de Venezuela durante los dos últimos siglos.
Dibujó las nuevas líneas estratégicas que impulsan a Venezuela para insertarse con pretensiones de liderazgo regional en un escenario internacional multipolar, y de la utilización del petróleo como instrumento de política exterior.
Se hizo eco de las denuncias contra altos funcionarios del estado venezolano por su presunta colaboración con organizaciones terroristas y por colaboración con el narcotráfico, como la formulada por el Departamento del Tesoro de los EE.UU, o por el Fiscal de New York, Robert Morgentau.
Asimismo, mencionó la reciente solicitud formulada por congresistas norteamericanos para que el gobierno de los EE.UU incluyan a Venezuela dentro de los países que colaboran con el terrorismo, junto a Cuba, Irán Siria y Sudán.
Finalmente, expuso ampliamente el creciente riesgo que para la comunidad internacional significan las relaciones de Irán con Venezuela, que se han apuntalado con el anuncio del Presidente Hugo Chávez, después de su visita a varios países de África, Medio Oriente y Europa, referentes al desarrollo de un programa nuclear en Venezuela con asistencia y colaboración de Irán. Especial mención tuvo acerca de los mas de 30 tratados de cooperación entre Irán y Venezuela, entre ellos uno de asistencia en materia energética; la explotación de uranio en el amazonas venezolano, para lo cual ha sido despejada militarmente la zona; la puesta en marcha de un misterioso vuelo comercial en la ruta Caracas –Damasco-Teherán que une semanalmente a ambos países y cuyos aviones reciben mantenimiento por parte de la empresa Iberia, en España.
Para concluir refirió las relaciones de permanente conflicto que Chávez mantiene con Colombia, las generosas entregas de material armamentista a otros países de la región, como la reciente donación de seis aviones Mirage a Ecuador, o la posibilidad, que armas adquiridas por Venezuela vayan a parar a grupos irregulares u organizaciones terroristas, como ha ocurrido en el caso de los lanzacohetes suecos que aparecieron en poder de las FARC.
Estos hechos, en su conjunto, generan una lógica amenaza que genera preocupación entre sus vecinos, particularmente en aquellos que no han sido captados por la política expansionista del socialismo del siglo XXI, y no son pocos los que han empezado, como en el caso de Brasil, a dar pasos en una carrera armamentista, que se aleja diametralmente de las necesidades de América Latina, y muy particularmente de las de Venezuela, país que en estos últimos días se ha visto sometido a constantes cortes de suministro de agua, luz y en situación de aumento de sus niveles de pobreza, desigualdad y falta de seguridad.
Redacción/elinforme.com.ve