Lobo: ‘Zelaya fue el responsable de la crisis, quería perpetuarse en el poder’

lobo1Pepe Lobo es, a sus 63 años, el Presidente de la República de Honduras, cargo al que accedió por la vía democrática tras la reciente crisis  vivida en esta nación centroamericana. Procedente del gobernante Partido Nacional, Lobo ha sido en los últimos años administrador de empresas, agricultor, ganadero, profesor universitario y uno de los líderes más conocidos de su país. Buen conocedor de los entresijos y usos de la vida política hondureña, el actual mandatario, a su paso por Colombia, uno de los principales aliados de Tegucigalpa en la escena internacional, considera que las relaciones con España ya se han normalizado plenamente y que los acuerdos firmados entre la región centroamericana y la Unión Europea (UE) son un paso fundamental para esta olvidada zona del mundo.

Ricardo Angoso: Tras la Cumbre de Madrid recientemente celebrada, ¿qué balance hace de la misma?

Pepe Lobo: Para Centroamérica es una cumbre muy positiva, en tanto y cuanto la UE nos ha considerado, por primera vez, como una región unida. Yo creo, no obstante, que la importancia de lo ocurrido es doble. Primero, porque se abre un mercado muy grande, muy amplio, que es el mercado de la UE para todos los países de esta zona. Luego, y ya en segundo lugar, quiero reseñar que Centroamérica actuó unida, como un bloque, dando un paso fundamental en la integración regional.

R.A.: Sin embargo, todavía le quedan muchos retos a Honduras en política exterior de cara a normalizar sus relaciones con el mundo, ¿qué están haciendo en este sentido?
P.L.:Hemos hecho todos los esfuerzos que hemos podido. Es más: hemos cumplido con todas las obligaciones que nos exigían y prácticamente ya sólo nos queda esperar para que se culmine esta normalización. Por ejemplo, con México, tras mi encuentro con el presidente Calderón, la situación ha mejorado y caminamos por buena dirección. Fue una reunión muy provechosa y muy productiva, en la que el máximo mandatario mexicano me expresó su intención por normalizar las relaciones con Honduras y en eso estamos. Luego también ha habido un cambio positivo en la administración norteamericana, en el sentido de que se normalicen las relaciones entre ambos países y que Honduras regrese al seno de la Organización de las Estado Americanos (OEA). En el caso de Chile, por poner un ejemplo, estamos pendientes de que las relaciones se normalicen plenamente. Luego, con respecto al otro grupo de países (se refiere a los aliados de Venezuela en la Alba), hay una posición ideológica que tiene más que ver con un sentido de bloque que de un país en concreto y su respectiva posición en lo que respecta a Honduras.


R.A.: Hablamos antes de la OEA, ¿cómo evoluciona ese asunto, el reingreso de su país tras ser expulsados o “suspendidos” de dicha organización internacional?

P.L.:Nosotros creemos que no hay ninguna razón en este momento para que Honduras esté fuera de esta institución. No hay justificación, ni justa ni legal, que lo justifique, es una posición insostenible. Honduras es un país plenamente democrático que cuenta con un gobierno y unas instituciones elegidas por el pueblo. Aparte de estas consideraciones, no debemos olvidar que las dos partes enfrentadas en esta crisis, el presidente Roberto Micheletti y el depuesto Mel Zelaya, firmaron los famosos acuerdos de San José-Tegucigalpa, en donde se aceptaba la continuación del proceso electoral que finalmente aconteció en nuestro país y el reconocimiento de los resultados por las partes, de tal forma que el gobierno que resultase, igual que en el pasado, sería aceptado como tal y legítimo. De manera que no encontramos ninguna razón jurídica o algún problema para que todavía estemos fuera de la OEA.

Pepe LoboR.A.: Y en el plano interior, ¿cuáles son los principales problemas que tiene el país?
P.L.:
Nosotros tenemos un gravísimo problema relativo a la seguridad ciudadana. Estamos pidiendo ayuda y consejo a los Estados Unidos, a España y también a Colombia, tal como hemos abordado en un encuentro bilateral con el presidente Uribe, de tal forma que estos países nos puedan asesorar en vencer a esta lacra que azota al país. Luego tenemos un gran interés en esclarecer la muerte de algunos periodistas que han sido asesinados en Honduras en los últimos tiempos. Pero estos crímenes, no lo olvidemos, no sólo azotan a este gobierno, sino que sus orígenes se remontan al 2008, cuando ocurren los primeros asesinatos. Para nosotros, como dirigentes políticos, es una gran responsabilidad el asunto de la seguridad para hacer posible que nuestro pueblo viva en paz y en plena convivencia. Otro tema capital, fundamental para nosotros, es generar un clima de confianza que sea más amigable a la inversión extranjera y que este capital sea capaz de generar empleos y bienestar. Este asunto es muy importante para este gobierno, estamos trabajando duramente en ello. Finalmente, no nos olvidamos de los asuntos sociales y estamos poniendo en marcha una serie de programas orientados a ayudar a las familias de menos recursos.

R.A.: ¿De España qué esperan en este camino de regreso a la comunidad internacional y a la normalización plena?
P.L.:
Con España creo que avanzamos plenamente hacia una relación fluida y amigable. El pueblo hondureño es muy amigo de los españoles, nos sentimos muy identificados con su país, con su forma de vida, incluso con su futbol. Los españoles saben que en Honduras se van a encontrar como en casa. Nuestra simpatía hacia su país es muy grande. Luego nuestro diálogo con el presidente Rodríguez Zapatero ha sido muy constructivo y fructífero; creo que ha habido falta de información entre ambas partes y ahora las cosas se han normalizado y vamos por la mejor de las vías. Además, Honduras ha ofrecido a España que nos asista y se informe en lo que considere necesario. Incluso cooperará en el asunto de los periodistas.

R.A.: Y con Estados Unidos también avanzan rápido las relaciones, ¿a qué se debe ese cambio en la administración Obama?
P.L.:
Estados Unidos siempre apoyó nuestro proceso de normalización política e incluso auspició los Acuerdos San José-Tegucigalpa, cuyos contenidos conoce a la perfección el presidente Obama. Si durante el gobierno de transición, el de Micheletti, no hubo un cambio en la percepción de la administración norteamericana fue porque algunos de los contenidos fundamentales de dichos compromisos no se cumplieron, pero, una vez llegó la nueva administración que presido, hubo un avance sustancial y el proceso de normalización en nuestras relaciones se coronó con éxito, como se está viendo. Ha habido un cambio, un sentimiento de que las relaciones tenían que normalizarse y dotarse de esos contenidos que tenían en el pasado como socios y amigos que hemos sido siempre.

R.A.: Finalmente, quiero preguntarle por el pasado: ¿golpe de Estado o sucesión constitucional, que ocurrió el 28 de junio del año 2009 realmente?
P.L.:
En lo que respecta del pasado, hablando claramente hubo un golpe, sin lugar a dudas. Puede ser un golpito o un empujoncito, como usted quiera llamarlo. Pero el tema también tiene sus matices, pues no es un golpe de Estado en el sentido clásico, como los militares de los años 70 en nuestro continente, sino que habría que situarlo en otra dimensión bien distinta. Teníamos una gran conflictividad en aquellos momentos debido a la posición poca constructiva del depuesto presidente Zelaya, que quería perpetuarse en el poder al coste que fuera y sin acatar la Ley, esa es la realidad de lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos y esa fue la causa que precipitó los acontecimientos que todos conocemos. No le quepa la menor duda de que el ex presidente Zelaya iba a romper el orden constitucional para quedarse otro mandato. Zelaya fue el responsable de la crisis y precipitó la conflictividad que originó este capítulo de la historia de nuestro país, eso es absolutamente innegable.

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