Alternativa para Alemania (AfD) (16%) superó a los socialistas y se consolidó como segunda fuerza en los comicios europeos del pasado domingo (siendo primera en el Este). Con un 17% de los votos se convirtió junto a la CDU en la fuerza mayoritaria entre los jóvenes de 16 a 24 años (12 puntos más que en 2019), según un estudio difundido por Europa Elects.

Grupos minoritarios se llevaron el 28% de los votos de los jóvenes. Los Verdes, el 11%; los socialistas, el 9%; y la izquierda, el 6%. Los Verdes perdieron 23 puntos en voto joven respecto a los comicios de 2019.

El resultado no es inesperado. En muchos países europeos se observa desde hace tiempo que los votantes más jóvenes optan cada vez más por los llamados partidos soberanistas y patriotas por la precariedad laboral (sistémica), la incapacidad de las élites (y del consenso socialdemócrata) para afrontar sus problemas diarios, su futuro sombrío (no puede acceder a una vivienda ni formar una familia), y la falta de seguridad en las calles y la islamización por la inmigración masiva.

AfD confía en seguir su ascenso para ser el partido que «cambie Alemania». Mientras, los socialistas descartaron este lunes un adelanto de las elecciones generales tras la debacle de las europeas. El SPD, en cuya campaña se implicó personalmente el canciller Olaf Scholz, se desplomó al 13,9%, su peor resultado histórico en unas elecciones a nivel nacional.

También cayeron sus socios: Los Verdes perdieron casi la mitad de los votos, hasta quedarse en el 11,9% y los liberales obtuvieron el 5,2% de los sufragios, según el escrutinio final.

Eso sí, desde el SPD se ha descartado que esté en duda el liderazgo de Scholz, a quien se sitúa incluso de nuevo como candidato en las próximas elecciones generales de Alemania (previstas para 2025).