María Corina Machado, gran esperanza para Venezuela

María Corina Machado: “Las Fuerzas Armadas no son árbitras, acatarán el resultado de las urnas”

Candidata a las próximas elecciones presidenciales venezolanas

Ricardo Angoso   lunes, 15 de agosto de 2011

Candidata a las próximas elecciones presidenciales venezolanas, si supera el proceso de primarias en las filas de la Mesa de Unidad Democrática, María Corina Machado es una de las figuras políticas más importante de su país en estos momentos y una candidata en alza ante las cruciales elecciones presidenciales previstas para el año 2012, en las que la mayor incógnita es si el actual presidente, Hugo Chávez, será candidato.

ATENEA DIGITAL: ¿Qué le ofrece su candidatura y su proyecto a este país tan necesitado de un proyecto?

María Corino Machado: Dignidad. Los venezolanos vivimos en estos momentos un dilema existencial: si continuamos viviendo bajo la humillación o cambiamos.  Porque somos una nación que ha sido humillada, engañada y traicionada y ahora somos un país que quiere vivir con dignidad. Y ello requiere, dada las actuales circunstancias, una transformación profunda. Las mujeres, las amas de casa venezolanas, tienen que pasar horas al día de colas, bajo el sol y la lluvia, para comprar productos básicos en las denominadas Mercal, que son las tiendas que el gobierno abrió para que la gente se abastezca de productos básicos subsidiados. Les marcan hasta los brazos, como si fueran animales, cuando efectúan la compra, muchas veces imposible de realizar porque no hay nada que comprar. Luego los venezolanos sufren el atropello del estado, que les confisca el correo, revisa sus cuentas, atiende sus llamadas, conoce sus movimientos.No podemos seguir viviendo así.

Los venezolanos hoy en día son humillados y esa es la realidad del país. Los oficiales del país tienen que agachar la cabeza ante los oficiales y mandos cubanos presentes en nuestro territorio, que ya no es soberano. Los estudiantes tienen que salir a reivindicar sus demandas y son tratados por la policía como delincuentes, humillados también. Las madres, esposas e hijas de los presos no saben cuál es el paradero de sus hijos durante días porque nadie sabe que ocurre en los presidios. El país se enfrenta, día tras día, a la humillación constante. Estamos sometidos al yugo cubano y a una orientación de una ideología fracasada. Pero somos un pueblo digno que quiere vivir con oportunidades, paz y convivencia, pero también con superación y poder ascender como nación.

¿Cuál es la causa de tanta inseguridad y qué se puede hacer frente a ella?

La víctima fundamental de estos doce años de destrucción es la familia venezolana. Tenemos los indicadores de violencia más altos de América Latina; en Venezuela cada media hora asesinan a un ciudadano. Estamos en manos del hampa. Tenemos robos, secuestros, agresiones verbales y un sinfín de hechos delictivos que se suceden ante nuestras narices. Casi todas las familias venezolanas han sufrido pérdidas de un ser querido. Pero también hemos padecido en nuestras familias la separación física debido a la fuerte emigración que hemos sufrido en los últimos años, que algunos cifran en casi un millón de personas. Gente que huye de la falta de oportunidades o de la inseguridad reinante.

Luego se instaló el odio entre nosotros y hay hermanos que no se hablan entre ellos por razones ideológicas alimentadas artificialmente desde el poder. Se ha desmembrado a la familia venezolana y en el centro de todo esto está la violencia. ¿La causa? Es un problema complejo que tiene múltiples aristas y vertientes. El estado, no obstante, ha inspirado desde el poder un discurso que fomenta la confrontación y la violencia claramente; también la división reinante. Ese discurso, después, va permeando las instituciones, a las comunidades y  a los individuos. Tenemos un presidente, no lo olvide, que califica de enemigo a todo aquel que no comulga con sus ideas; el sistema judicial, con más de un 95% de delitos que quedan impunes, tampoco funciona; las cárceles, los tribunales y los juzgados se han convertido en un gran negocio y están controlados por la mafia; y este el cuadro que presenta la sociedad venezolana a modo de resumen.

El sistema ha creado los incentivos para esta violencia que se ha desatado en el país sin control. Tampoco hay mecanismos para prevenir la seguridad; las fuerzas de la seguridad carecen de medios y se han abandonado las políticas que previenen los delitos. Aparte de estas causas, esta la falta de inversión en la educación y el carecer de unas políticas que pongan coto a este verdadero problema que es un auténtico cáncer. Hace falta voluntad política para resolver los problemas y ese es parte del problema, pues ahora no la hay para afrontar los problemas.

¿En qué te diferencias del resto de los candidatos a la presidencia que compiten en estas primarias dentro de la Mesa de Unidad Democrática?

Primero, en que soy mujer y todos los demás candidatos son hombres. Yo creo que en Venezuela hay que plantear una ruptura, un cambio en el modo de vida profundo. Necesitamos un nuevo modelo de inclusión social, pues el populismo no resuelve los problemas ni las desigualdades. Hace falta una nueva cultura política en la que los pobres no tengan necesidad del estado; hace falta un nuevo paradigma. Yo creo en una sociedad creadora de riqueza y que no sea el estado quien genere todos los recursos. Tenemos que superar ese modelo de la renta petrolera que genere todos los ingresos del estado y los reparta de una forma subsidiaria a todos los ciudadanos. No podemos seguir viviendo siempre de las rentas, hace falta un cambio profundo de nuestro modelo de producción.

¿Crees que Chávez va a aceptar el juego limpio en las próximas elecciones presidenciales y que aceptará un cambio político si así lo decidieran los electores?

Las elecciones no han sido limpias en Venezuela en estos últimos años y todo el mundo lo sabe. Luego el Consejo Nacional Electoral está claramente controlado por el chavismo, pero los ciudadanos ya lo sabemos y estaremos en primera línea de lucha para que esas elecciones sean limpias. Los venezolanos tenemos que estar presentes y controlando el proceso, así será posible que se garantice la limpieza democrática.

¿Y las Fuerzas Armadas que papel tendrán si hubiera un resultado adverso para Chávez?

Las Fuerzas Armadas no son árbitras, sino que tienen un mandato constitucional y su papel está claramente definido en la Constitución venezolana. Lo que tienen que hacer es respetar la voluntad política expresada en el voto; yo tengo fe y confianza en las Fuerzas Armadas porque son hombres formados y respetuosos con la Constitución y con el papel que deben desempeñar en una sociedad democrática. Es cierto que ha habido algunos comportamientos dentro de las Fuerzas Armadas que no estaban ceñidos al orden constitucional, pero son una minoría y no corresponden al sentir general de nuestro ejército.

¿Cómo juzga el papel de la comunidad internacional ante el régimen del presidente Chávez?

La comunidad internacional ha sido cómplice muchas veces con el régimen de Chávez. Nuestro país siempre, a lo largo de la historia, ha colaborado y apoyado la democratización en todo el continente y en el mundo. Nosotros, como nación, hemos sido coherentes y hemos practicado la democracia, pero sin dar la espalda los países y naciones que también querían ser democráticos y que no lo eran, como Brasil y Chile, por ejemplo. Hemos sido demócratas y hemos apoyado a las democracias en todo el mundo, incluyendo aquí a España. Pero ahora hemos visto como esta tradición democrática se obviaba y algunos países por razones económicas establecían una relación con el régimen de Chávez olvidando estos lazos de nuestro país con su compromiso democrático. Creo que este comportamiento no ha sido justo e incluso egoísta, pues sólo tenía en cuenta los intereses económicos de estos estados. Creo que, además, el régimen de Chávez, con su apuesta internacional, lo que ha hecho es dividir al continente y fomentar la división, cuando no la confrontación, entre los pueblos. Su apoyo por los regímenes menos democráticos y antipopulares del mundo, como Libia, Irán y Cuba, sólo fomentó el odio, la división y el enfrentamiento en América Latina. Venezuela tiene un potencial de desarrollo económico gigantesco, pero comprometida con estos países y subordinada a un orden obsoleto está sacrificando su futuro y el bienestar de los venezolanos.

¿La enfermedad de Chávez añade algún elemento novedoso al proceso electoral que se celebrará el próximo año?

Agrega incertidumbre, pero sobre todo en un régimen como este de carácter autoritario y que siempre adolece de ser transparente y libre, especialmente en lo que se refiere a la información. Yo no voy a especular acerca de la salud del presidente, pero queda claro que la enfermedad del líder ha generado divisiones dentro del oficialismo y ha expresado el terror que sienten hacia él o hacia su posible desaparición. Pero, desde el punto de vista de las fuerzas democráticas, creo, la agenda sigue siendo la misma y los objetivos, idénticos, tenga al frente a la persona que tenga y con la convicción siempre presente de que debemos de ir unidos y seguir adelante con los procesos previstos, como nuestras primarias previstas en las que debemos elegir a nuestros candidatos, incluso el que se deba confrontar con el presidente Chávez o el sucesor designado.

¿Se agravará la crisis en el país de aquí a las elecciones previstas para el 2012?

Lo que le está pasando a Venezuela es que la situación del país se agrava todos los días, especialmente en lo económico y en lo social. Todos los días tenemos protestas en las calles de todo tipo, nadie se queda al margen de la protesta. Esta situación no se mantiene por más tiempo. Con un barril de petróleo a más de 110 dólares, siendo uno de los países con mayor producción petrolera del mundo, ¿cómo es posible que tengamos problemas de abastecimiento y esta crisis económica tan patente? No podemos seguir así, esta situación no se sostiene por más tiempo por mucho que diga su máximo líder que estamos avanzando.

El estado luego tampoco ofrece garantías económicas, pues se dedica a intervenir directamente en el mercado y a amenazar con expropiaciones inexplicables, lo que siembra incertidumbre en el mercado interior y en lo que respecta a nuestra confianza en el exterior. Este país quiere que todo el mundo sea pobre para que dependa del estado; el régimen chavista está con los pobres porque necesita que los venezolanos sean cada vez más pobres y dependientes de sus limosnas. La mayoría del país quiere un cambio, queremos que se nos respete y no se nos humille más. El régimen solo utiliza el miedo y la represión para doblegarnos, pero no lo va a conseguir. Estamos viviendo unos momentos decisivos en la historia republicana venezolana y tenemos que ser capaces de dar la batalla, de estar unidos y demostrar al régimen que somos mayoría y podemos ganar. Es un momento también decisivo para América Latina y lo que ocurra en Venezuela, en el sentido de ser capaces de derrotar a este régimen con voluntad totalitaria, será una lección para el mundo entero.


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