A su paso por el Foro de Biarritz, donde tuvo lugar esta entrevista, Cuathemoc Cárdenas se muestra muy pesimista con respecto a la forma en que la comunidad internacional afronta el problema del narcotráfico. También cree que la gestión que está haciendo el actual gobierno de Felipe Calderón frente a esta lacra y la violencia creciente no es la adecuada, pues está utilizando a la Fuerzas Armadas en una lucha que no es la suya y porque es un lucha directa sin combinar otros medios.
ATENEA DIGITAL: Parece que la situación mexicana es muy difícil, que la violencia aumenta, ¿a qué se debe ese estado caótico de cosas?
Cuathemoc Cárdenas: La situación se debe, en buena medida, a que se ha decidido por parte del gobierno enfrentar a la delincuencia, como el narcotráfico, solamente mediante el enfrentamiento directo, incluso liderado por los militares. No cabe duda de que el crimen se tiene que combatir, pero me parece que no ha habido la visión suficientemente amplia e inteligente para mejorar la investigación, lo que ahora llaman la inteligencia, y que consiste en entender que la violencia y el delito no es algo autónomo, sino que tiene que ver con unos condicionantes sociales, económicos y las situaciones financieras, etcétera. Que tiene que haber un mayor seguimiento del dinero negro, sucio, e incluso con una colaboración a nivel internacional, pensando en este caso concreto en Estados Unidos; tiene que haber medidas recíprocas entre los dos países. No creo que esto que digo esté sucediendo ahora, porque Estados Unidos no coopera, y creo que este conjunto de cosas es parte del problema, no se está atacando en su integridad el mismo.
Por otra parte, el gobierno mexicano decidió que fuesen las Fuerzas Armadas las que se ocupasen de ese asunto y yo creo que ese no es el papel del ejército, e incluso se han contaminado en algunos casos con la delincuencia y el narcotráfico, aunque ese no es el problema mayor. Pero ese no es el camino y creo que los militares deberían ser sustituidos en el menor plazo posible por otras fuerzas.
Entonces, ¿le parece que la gestión del actual ejecutivo ha sido errónea?
Ha sido errónea, por lo menos, por insuficiente. Baila sólo sobre un aspecto que es el ataque directo y no hay un plan conocido o dado a conocer a la población sobre cómo se pretende solucionar el problema. Luego, creo, no se están atacando otros aspectos que son parte del problema que incluso son delitos que afectan todos los días a la vida del ciudadano, como es el secuestro y la extorsión, que deberían de ser atacados con prioridad sin desatender los problemas fundamentales.
¿Parece que el viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría volver al gobierno, es así?
Si vemos las encuestas, uno podría pensar que es así, pero yo creo que todavía queda mucho tiempo para las elecciones y pueden suceder muchas cosas en este período. Todavía no hay candidatos formalmente, hay quienes buscan serlo en sus respectivas formaciones pero todavía no lo son, falta tiempo, faltan las campañas de los partidos, faltan las propuestas, es decir, hacer pronósticos que pudieran ser definitivos en estos momentos es algo que me parece, cuando menos, muy temprano.
¿Y en la izquierda, de donde proviene, qué puede pasar?
Yo esperaría, lo primero, que se lograra la unidad, en este momento no la hay; el Partido Revolucionario Democrático, que es mi formación de toda la vida, está dividido en dos grupos que se disputan el control interno y la candidatura presidencial. Hay que ver cómo se llega a la candidatura presidencial y lo que establece el reglamento interno para definirla, algo que es muy importante, pero que todavía, al día de hoy, no está definido.
Hay un debate en toda Iberoamérica en favor de le legalizar las drogas, ¿usted qué piensa?
Pienso que es una medida que tiene que estudiarse muy cautelosamente, no estaría en contra de ella ni diría que hay que impulsarla ya, pero creo que tendría que debería ser una medida, en el caso de México, que atendiera a lo que ocurriera en Estados Unidos; si allí no se hace en los mismos términos y correspondiente a lo que hiciéramos nosotros, pues no debemos olvidar que allí está el mercado principal. Si no se hace algo en Estados Unidos, México seguiría siendo un país de paso, de tránsito, entonces no mejoraría nuestra situación. Tienen que adoptarse medidas de calado internacional en las que participe Estados Unidos, que sigue siendo el principal mercado del mundo de la droga. Hablando de legalización habría que ver qué es lo que se legaliza, o todas o algunas, y el alcance de tal medida en nuestras sociedades.
¿Cree que los Estados Unidos hacen lo suficiente para frenar el narcotráfico?
Yo creo que no, francamente. El tráfico de armas, por ejemplo, se realiza hacia México con la anuencia de las autoridades norteamericanas. Es lo menos que uno puede pensar.
¿Qué se puede hacer, en definitiva, para frenar la lacra de la creciente violencia en México?
Si no hay un mejoramiento social, con oportunidades para todos y empleo para los jóvenes, insistiendo especialmente el desarrollo educativo, pues este problema no va a desaparecer por arte de magia. Hacen falta concretar medidas prácticas para resolver el problema.
¿Cree que la comunidad internacional está tomando un papel activo para frenar el narcotráfico?
Considero que se deberían tomar medidas compartidas para hacer frente a este desafío de una forma recíproca, pero también debería haber acciones que no correspondieran solo a los intereses nacionales, sino que fueran más amplios, que tuvieran un carácter internacional o regional para frenar a este potente narcotráfico. El problema ya está llegando y afectando al Caribe y a la región centroamericana.