En los últimos quince días, el Gobierno de Venezuela ha intervenido ocho entidades bancarias «por las estafas cometidas» o «por insolvencia», según la versión oficial _ Chávez controla ya directamente cerca de 230.000 millones de dólares
La Alianza Bolivariana (ALBA) reúne en La Habana su decimocuarta cumbre en cinco años
«Fidel está mejor que nadie, nos va a enterrar a todos», aseguró Hugo Chávez ayer a su llegada a La Habana. A fuerza de repetirlo es capaz de convencer a medio mundo de que Fidel es poco menos que inmortal, aunque su desaparición de la vida pública en Cuba pueda sugerir lo contrario.
El mandatario venezolano, que acude a la isla para participar en la decimocuarta cumbre de su Alianza Bolivariana (ALBA) en apenas cinco años, la quinta ya en el presente 2009, fue recibido por Raúl Castro, y se esperaba la llegada de los máximos mandatarios de Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Honduras y algunas islas del Caribe pertenecientes a este bloque.
Chávez afirmó que se entrevistará hoy con Fidel Castro, y hay quien especula con la posibilidad de que reaparezca en público a sus 83 años y con la salud al parecer muy mermada. «A lo mejor lo convencemos», dijo Chávez. El «viejo dinosaurio» caribeño lleva entre bambalinas desde que enfermó en julio de 2006 y cedió la Presidencia a su hermano Raúl, de 79 años, aunque sigue siendo el primer secretario del gobernante Partido Comunista.
El mismo deseo de «que esté Fidel en esta cumbre» fue formulado la semana pasada por el recién reelegido presidente boliviano, Evo Morales, quien manifestó que la cita de La Habana «será de muy alta importancia para todos».
Hugo Chávez ordenó este viernes la intervención de Banorte, la octava entidad bancaria que se desploma en los últimos 15 días en Venezuela por «insolvencia», según la versión oficial. Es sólo una más, con Chávez empeñado en el control progresivo de la banca.
La ola de intervenciones comenzó con cuatro pequeñas entidades: Confederado, Canarias, Banpro y Bolívar, cuyo dueño, el empresario asturiano-caraqueño Ricardo Fernández Barrueco, se encuentra detenido por presunta estafa en la adquisición y manejo de estos bancos.
La voracidad de Chávez engulló esta semana con tres entidades más: Central, Baninvest y Real. El dueño del Real, Arné Chacón, hermano del ministro de Ciencia y Tecnología, Jesse Chacón, ambos compañeros de armas de Chávez y de la segunda intentona golpista que tuvo lugar en Caracas el 27 de noviembre de 1992. El ya ex ministro Chacón tuvo que renunciar a su cargo para allanar la investigación contra su hermano.
Devolución de depósitos
La intervención de los ocho bancos, que apenas representan entre un 5 y 7 por ciento de los depósitos bancarios en Venezuela, ha afectado a más de 600.000 impositores. El gobierno ha dado garantías para la devolución de los depósitos hasta 25.000 bolívares (unos 10.000 dólares) durante los próximos 30 días.
«Si no hubiese aquí un gobierno como éste, tengan ustedes la seguridad de que esos miles de venezolanos estarían atrapados por la angustia a las puertas de la Navidad», dijo Chávez en referencia a las cerca de 35.000 personas que ya han recuperado sus depósitos.
En un intento por mejorar su popularidad mermada, el presidente Chávez ha sorprendido tomando medidas drásticas contra algunos de los banqueros y empresarios que han colaborado con él a lo largo de estos once años de gestión. Así, ha ordenado confiscar 50 empresas de Fernández Barrueco, especialmente las del sector agroalimentario, pesca y transporte, que pasan al sector público. También ha ordenado detener al presidente de la comisión Nacional de Valores, Antonio Márquez, y a treinta socios y directivos del Banco Canarias por autorizar su venta.
También ha arremetido contra el banquero Eligio Cedeño, tachándolo de «bandido» porque escapó este viernes cuando se dirigía a una audiencia en los tribunales. Y ha llamado «bandida» a la juez María de Lourdes Affiuni por permitir a Cedeño que sea juzgado en libertad.
Las últimas decisiones del mandatario han sumido a los venezolanos en la mayor incertidumbre e inseguridad jurídica. No se sabe a ciencia cierta si el plan de intervenciones «por las estafas cometidas», que según informes oficiales las conocía Chávez desde hace más de un año, desembocará en una nacionalización de la banca privada.
Hay cuatro bancos grandes, entre ellos el Provincial -del español BBVA-, que controlan el 40 % de los depósitos, y 16 entidades pequeñas que se pelean por el 7 %. La banca pública, también denominada «la banca de Chávez» por el economista y ex director del Instituto de Comercio Exterior, Maxim Ross, posee ya en Venezuela más de un 53 % de los depósitos.
Ross dijo a ABC que la intervención de los ocho bancos «es apenas una migaja del control que ejerce Chávez sobre el sistema bancario y monetario del país», tanto interno como externo. Se traduce en un montante global de 230.000 millones de dólares, que el presidente «maneja a su antojo sin ningún tipo de supervisión ni auditoría».