OEA se va, pero el diálogo continúa en Honduras
Después de ser abucheados por la prensa nacional e internacional que cubrió la lectura del comunicado de la comisión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos, OEA, al no permitir preguntas, algunos funcionarios accedieron a dar sus opiniones al finalizar el evento.
Especial: Crisis política
Un diplomático que habló detalladamente con la prensa fue el costarricense Bruno Stagno.
Como portavoz de la misión, opinó por qué la OEA desea que se restituya al ex presidente Manuel Zelaya en su cargo. Reconoció que éste cometió violaciones de la Constitución de Honduras.
Stagno reconoció que Manuel Zelaya tiene una “serie de poderes que le son adversos, como el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, las Fuerzas Armadas y la Fiscalía General de la República”.
Por ello cree que hay suficientes garantías para que, en caso de ser restituido, gobierne con poderes limitados.
“Hay suficientes garantías y él (Zelaya) las ha reconocido. En caso de que sea restituido, llegaría con poderes sumamente limitados.
Si se llega a firmar el Acuerdo de San José o cualquiera de sus variantes, él va a llegar con poderes limitados”, opinó Stagno.
“Constitución no permite Constituyente”
Otro de los puntos controversiales que el canciller de Costa Rica reveló es que la posible instalación de una Asamblea Nacional Constituyente le corresponde decidirlo a las partes en diálogo. No obstante, reconoció que la Constitución hondureña no lo permite y que Manuel Zelaya violó la Carta Magna al promoverla.
“En la Constitución hondureña eso no está permitido”. ¿Mel violó la Constitución al promoverla?, preguntó un periodista. “Eso lo sabemos; si ambas partes deciden que debe haberla, tendrán que reformar su Constitución, pero eso ya es un asunto interno de ustedes”, manifestó Stagno.
No hay verdad absoluta
El canciller analizó la flexibilidad necesaria entre las comisiones hondureñas negociadoras.
“Entendemos que puede haber limitantes con base en la Constitución y la legislación hondureña. Eso ciertamente lo entendemos, pero aquí ha habido errores cometidos, ha habido violaciones de la Constitución. Aquí nadie tiene la absoluta verdad, todos tienen que aceptar que deben ceder en algo. Por imperfecto que sea el Acuerdo de San José, es lo que mejor ha podido, de alguna u otra manera, resumir las aspiraciones mínimas y máximas de cada una de las partes”, aclaró el canciller.
Es necesario un acuerdo
En cuanto a las elecciones, Stagno reiteró que es necesario que las partes logren un acuerdo antes de las elecciones.
“Es la única manera de asegurar que la comunidad internacional en pleno va a poder acompañar ese proceso electoral, el resultado y el reconocimiento del próximo Gobierno. Si no tenemos un acuerdo previo, eso no puede desafortunamente garantizar el pleno respaldo de la comunidad internacional”, advirtió.
El canciller se mostró preocupado por la polarización en Honduras y explicó que no quiere perder la esperanza.
“Le tenemos un gran cariño a este pueblo, queremos el retorno de Honduras a la comunidad internacional, inclusive a la OEA, a todas las mesas de negociación internacional”, agregó.
Efectos regionales
La situación en Honduras afecta a todo el istmo, dijo el costarricense. Por ello pidió a todos que entiendan que, aunque el diálogo es totalmente entre hondureños, no se debe pensar que lo que acontece en Honduras no afecta a los demás, sobre todo a los países de Centroamérica.
“Nos afecta económicamente, comercialmente, políticamente. Lo que ha acontecido no es bueno para la imagen de la región. Tenemos negociaciones importantes que están casi paralizadas”, apuntó antes de partir junto con los demás cancilleres.
Frustración en las maletas
La misión de alto nivel de la OEA se marchó ayer de Honduras con un sentimiento de frustración y pesimismo al no haber logrado un mínimo avance para que finalice la crisis en el país.
Por el contrario, en sus maletas se llevaron a Washington el reclamo del presidente Roberto Micheletti y las quejas de Manuel Zelaya, que les pidió abogar por él para que le permitan vivir en “mejores condiciones”.
Un comunicado insulso que no decía nada y la suspensión apresurada de la publicitada conferencia de prensa de José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, desnudó el aparente fracaso de una misión en la que se depositaron grandes expectativas de que resolvería la crisis hondureña.
“La OEA tenía una caja de herramientas y se acabó con esta misión, no hay más que hacer”, comentó Rodolfo Gil, embajador argentino ante la OEA.
El diálogo sigue
La restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya, una amnistía para delitos políticos, la integración de un nuevo gabinete y las elecciones del 29 de noviembre son los ejes del diálogo que ayer continuó bajo la verificación de una comisión técnica designada por la OEA hasta que el proceso finalice.
El aspecto más polémico es la restitución de Zelaya. Por un lado, los comisionados del ex Presidente aseguraban que en ese punto no había acuerdo y, por otro, los comisionados del Gobierno decían que ni siquiera el tema se había comenzado a debatir.
El gobernante Roberto Micheletti ha sugerido la posibilidad de que Zelaya sea restituido después de las elecciones del 29 de noviembre próximo, mientras que Zelaya y sus seguidores exigen restitución inmediata.
El decreto de una amnistía por posibles delitos políticos a favor de Zelaya y sus seguidores y de los participantes en la ruptura del orden constitucional es otro tema álgido de la agenda.
El Plan Arias, que sirve como base del diálogo abierto el miércoles, establece claramente que la amnistía no incluye el perdón de delitos comunes, como hechos de corrupción en que pudieran haber incurrido funcionarios de ambas administraciones.
Pero el panorama no es tan sombrío. El secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, dijo que el resultado de la misión de la Organización de Estados Americanos, OEA, en la crisis política de Honduras es “positivo” y que abriga una prudente satisfacción y esperanza.
“Se puede calificar el resultado de la misión como positivo y nos permite abrigar una prudente satisfacción, una prudente esperanza para la solución de la crisis”, expresó De Laiglesia, que destacó la importancia de que las partes hayan aceptado que el primer punto de la solución de la crisis sea partir del Acuerdo de San José.
Vilma Morales – Ex presidenta de la CSJ
Para la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, el respeto de las próximas elecciones generales del 29 de noviembre es un punto que debe incluirse en el marco de las reformas y ajustes que deberán hacerle al Acuerdo de San José. Aunque para Morales todos los puntos a tratar son importantes, destacó que ambas comisiones deben dialogar y no discutir, con altura, responsabilidad, fluidez, respeto y amplitud.
“Entre los temas de nuestra agenda está la base del Acuerdo de San José y, por supuesto, lo relacionado con el proceso de su adecuación y sus reformas en este marco interno. Hay que recordar que hemos salido de un marco internacional para estar en este escenario nacional interno, donde se genera la problemática”, explicó.
Arturo Corrales – Empresario
“Los cristianos somos optimistas”, fue la respuesta de Arturo Corrales cuando se le consultó sobre las posiciones de los negociadores de Manuel Zelaya, que afirman que las negociaciones no han avanzado.
Corrales dijo que hay disponibilidad de buscar acuerdos de equilibrio que lleven a soluciones para poner fin a esta situación que atraviesa el país. A su juicio, “el punto toral del diálogo es la solución”. Esta respuesta la ofreció cuando se le consultó si el punto toral de la negociación era la restitución de Zelaya, como lo sostiene la comisión del Presidente destituido.
“Siento que el diálogo nos está llevando a la solución que Honduras ocupa. Sólo hemos definido la agenda y la metodología con que se discutirá”.
Juan Barahona – Dirigente popular
La segunda jornada del diálogo para resolver la crisis en Honduras concluyó ayer en un ambiente más positivo, aseguró Juan Barahona.
“Hoy hubo avances. La otra comisión tenía una actitud diferente”, aseguró Barahona.
Antes de entrar en la segunda jornada, ayer por la tarde, Barahona se mostraba pesimista. “No hemos avanzado nada, pero no podemos decir que hemos fracasado porque esperamos que en el camino vayamos encontrando puntos de coincidencia”. La posición de la OEA es clara y contundente: “restituir al presidente Zelaya”. Afirmó que “para la resistencia hay puntos no negociables: la restitución del presidente Zelaya y no podemos, jamás, renunciar a la Constituyente”, dijo.
Víctor Meza – Ex ministro de Gobernación
Para Víctor Meza, otro de los negociadores del depuesto presidente Manuel Zelaya, por el momento sólo la restitución de Zelaya es el principal punto de diálogo. “Por el momento se descarta” una tercería, apuntó. Consultado sobre la posibilidad de negociar la Constituyente, Meza declaró: “El Plan Arias concretamente dice que en el periodo de gobierno del presidente Zelaya no se convocará a una Asamblea Nacional Constituyente”, lo que difiere de la posición de Juan Barahona, otro negociador de Zelaya.
Al preguntarle si hay división, Meza señaló: “La resistencia no va a firmar el pacto, lo firmará el presidente Zelaya”. Manifestó que les preocupa “la intransigencia” del otro lado negociador.