USAID, ¿organización criminal?

Escándalo en Estados Unidos por el desvío de fondos de USAID: ‘Es una organización criminal’ según Elon Musk

USAID al borde del colapso: financiación a medios radicales de izquierda, corrupción en la ayuda a la oposición venezolana, y la denuncia de Elon Musk como ‘organización criminal’, marcan el fin de la agencia para la cooperación y el desarrollo.

 

El Asesor de la Casa Blanca Elon Musk ha estado replicando una serie de publicaciones conocidas como los «archivos de USAID» que ponen en duda la utilización de cientos de millones de dólares otorgadas a organizaciones de izquierda en todo el mundo y provenientes de los contribuyentes de los Estados Unidos.

Buena parte de esos recursos se utilizaron para financiar medios de comunicación que buscaban la censura y la degradación de otros que no estaban alineados con su línea editorial. Otra cantidad importante de recursos se le entregó a la oposición en Venezuela, específicamente a Juan Guaidó y a Carlos Vecchio, ex embajador interino de Venezuela en Washington.

Musk ha sido claro en su crítica, sugiriendo que USAID debería ser ‘desaparecida’, reflejando una opinión extremadamente crítica sobre su funcionamiento y utilidad actual. Este punto fue destacado en una conversación en X Spaces, donde Musk mencionó que después de discutir con el presidente Trump, ambos estuvieron de acuerdo en que USAID necesita ser «cerrada»:»With regards to the USAID stuff, I went over it with (the president) in detail and he agreed that we should shut it down,” Musk said in a X Spaces conversation early Monday.

La administración Trump ha reaccionado ante estas revelaciones, planeando no solo congelar los fondos de USAID sino también adelantar una profunda investigación para llevar a la justicia a los responsables del desvío de estos multimillonarios recursos.

Este desvío se ha detallado en un post de X por Anthony Daquin, donde se menciona:

«Con la intervención ejecutiva de la administración Trump en la USAID, se hará público cómo fue el manejo opaco de fondos destinados a la ayuda humanitaria de venezolanos en el exterior de la mano de Juan Guaidó, Carlos Vecchio, su grupo político, con la complicidad de decenas de ONG’s dentro de EE.UU. como en Europa y Venezuela. Es claro para la administración Trump 47 que hubo malversación de fondos por parte de este grupo que dice representar a la oposición. Finalmente abriremos los ojos ante esta realidad.»

El FBI ya ha adelantado entrevistas para seguir el rastro del dinero, que son más de 2.7 billones de dólares que le entregaron a los líderes de la oposición en Venezuela y que habrían terminado en sus bolsillos en lugar de en acciones para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.

El presidente Donald Trump comenzó con la purga con una medida drástica al despedir a gran parte del liderazgo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y colocar a decenas de funcionarios en licencia administrativa.

Esta decisión se basa en acusaciones de que la agencia intentó «eludir» una orden ejecutiva que congela toda la ayuda extranjera, según revelaron funcionarios estadounidenses. En un correo electrónico enviado al personal de USAID, el administrador interino Jason Gray señaló que se habían identificado acciones diseñadas para evitar cumplir con las órdenes ejecutivas del Presidente, lo que llevó a la licencia administrativa de más de 50 altos funcionarios, incluyendo a administradores adjuntos y personal clave de áreas críticas como la salud global y la asesoría general. Esta reorientación busca alinear la ayuda exterior con la política de «América Primero».

El congelamiento de aproximadamente 60.000 millones de dólares anuales destinados a la ayuda exterior, con excepciones limitadas para Israel, Egipto y asistencia alimentaria, ha provocado una considerable reacción internacional.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha solicitado «exenciones adicionales» para asegurar la continuidad de actividades humanitarias esenciales, destacando el riesgo inmediato para programas vitales como el combate global contra el VIH, el apoyo a campos de refugiados en Siria y la asistencia a Ucrania y Taiwán. Jeremy Konyndyk de Refugees International ha calificado estas acciones como potencialmente destructivas, mientras que organizaciones humanitarias como Save the Children y Mercy Corps temen recortes masivos y el cierre de operaciones.

La administración Trump, a través de su portavoz Tammy Bruce, defiende esta política sosteniendo que Estados Unidos no debe repartir dinero sin un claro beneficio para sus ciudadanos. Además, esta decisión podría fortalecer la influencia de China en el mundo en desarrollo, creando un vacío que otros actores están listos para llenar.

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