No se encontraron agentes químicos que acrediten la intervención de terceros en el análisis toxicológico a los restos del Premio Nobel de Literatura 1971, Pablo Neruda, según resultados de los peritajes realizados en Chile y en el extranjero dados a conocer este viernes.
Sin embargo, el juez Mario Carroza, que investiga la causa sobre la muerte de Neruda, señaló que “judicialmente no se puede establecer” todavía si al vate lo mataron o no hace 40 años.
“El juez jamás da algo tan categórico, es necesario tener todos los antecedentes, hay que ver si falta otro antecedente más para así, más adelante, se pueda decir algo de ese tipo”, expresó al magistrado al ser consultado si los resultados eran concluyentes.
Carroza añadió que la causa “no se va a cerrar aún” y que los antecedentes del informe “serán adjuntados al expediente y quedarán a disposición de los abogados con el propósito de que puedan hacer las observaciones que estimen”.
Si los resultados de estos expertos no satisfacen a todas las partes, “tendremos que buscar otras alternativas”, aseveró el juez, que abrió la causa tras acoger las denuncias del chofer y asistente del poeta, Manuel Araya, quien junto a Matilde Urrutia, la viuda de Neruda, pasaron las últimas horas con el autor de “Veinte poemas de amor”.
El director del servicio Médico Legal, doctor Patricio Bustos, leyó las conclusiones del panel de expertos conformado por peritos odontólogos, antropólogos, médicos forenses, biólogos, bioquímicos y toxicólogos.
El análisis confirmó, en primer lugar, “la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto, en justa correspondencia con la enfermedad con la que estaba siendo tratado Neruda”, en la Clínica Santa María.
Segundo, “los análisis toxicológicos acreditan la presencia de sustancias derivadas de productos farmacéuticos para el tratamiento de enfermedades cancerosas, específicamente de cáncer de próstata, que eran empleados en la época en que se produjo el fallecimiento”.
Tercero, “no se han encontrado agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse con el desenlace de la muerte del señor Pablo Neruda”.
Y, cuarto, “no se ha encontrado evidencia forense alguna que permita establecer una etiología médico legal por causas no naturales en la muerte del señor Pablo Neruda, todo lo cual es cuanto podemos informar en el cumplimiento de la labor pericial encomendada”.
Tras el informe, los abogados querellantes Eduardo Contreras y Rodolfo Reyes, anunciaron que solicitarán nuevas diligencias para descartar o confirmar si el poeta falleció producto de sustancias externas o por el avanzado cáncer de próstata que padecía.
La decisión de continuar indagando, argumentó Contreras, responde a que “pudiera ser que no haya constancia de sustancias que efectivamente le fueron puestas a Neruda, porque hay elementos que con el tiempo desaparecen, como el gas sarín, porque pudiesen no encontrarse restos de ello, pero eso no significa que no hubiera sido asesinado”.
Añadió que “el mérito del proceso nos tiene a todos convencidos de que Neruda sí fue asesinado” y afirmó categórico que “el caso Neruda no se cierra, hoy mismo vamos a solicitar nuevas muestras”.
Rodolfo Reyes, sobrino del poeta y representante de la familia, reafirmó que solicitarán nuevas diligencias y que “seguiremos con otras perspectivas para averiguar de qué murió el vate, porque tanto los hechos que se están investigando -que son delictivos- ameritan esclarecer esta verdad”.
“Nosotros no quedamos conforme con esto”, concluyó Reyes.
