Sergio Fajardo: “Ha habido una campaña sucia contra nosotros”

fajardoENTREVISTA A SERGIO FAJARDO, CANDIDATO A LA VICEPRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA POR EL PARTIDO VERDE Y COMPAÑERO DE FÓRMULA ANTANAS MOCKUS

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“Nosotros no pensamos como Chávez, obviamente, pero podemos ser capaces de trabajar con él desde el respeto y la soberanía nacional, y así con todos los países, teniendo en cuenta nuestras diferencias pero siempre desde la tolerancia y el principio de la cooperación con todos los países del mundo”

“Yo no tengo la menor duda de que ha habido una campaña sucia en contra nuestra. El mismo candidato Santos lo ha hecho en varios comerciales, incluso utilizándose una voz que imitaba la del presidente Uribe en algunos spots de radio”

POR RICARDO ANGOSO

Sergio Fajardo fue alcalde de la emblemática y también compleja ciudad de Medellín, cuando la violencia golpeaba con fuerza en esta urbe y el narcotráfico, junto otras lacras, actuaba con todo impunidad. Su gestión, considerada exitosa, limpia y ejemplar en su momento, le sirvió para granjearse una aureola de popularidad y respeto en toda Colombia y en el mundo. En estas elecciones presidenciales, en las que inicialmente partía como candidato, decidió retirarse para apoyar la candidatura del Partido Verde, haciendo fórmula vicepresidencial con el candidato a la presidencia, Antanas Mockus. Curiosamente, ambos son matemáticos y saben que en política, a diferencia de las aulas, dos y dos no siempre son cuatro.

Ricardo Angoso: ¿A qué se deben los exiguos obtenidos por su candidatura en la primera vuelta, cómo analiza dicho resultado?

Sergio Fajardo: Es una pregunta recurrente que ya me han hecho muchas veces. Creo que a la misma tienen que responder los analistas. No esperábamos una diferencia tan grande entre nuestras candidaturas, eso es cierto. Nosotros pertenecemos a una fórmula que tiene grandes opciones para la segunda y que estamos listos para enfrentarla, no quiero entrar en análisis y simplemente decir que somos una alternativa clara frente al candidato Juan Manuel Santos y con posibilidades de éxito. Ahora es el momento de conseguir más votos y seguir avanzando, no de entrar en juegos analíticos, ese no es nuestro papel.

R.A.: ¿Qué expectativas tienen de cara a la segunda vuelta?

S.F.: Hay mucha incertidumbre, sobre todo en lo relativo al volumen que va a significar la abstención y la influencia que puede tener la misma en el proceso electoral. Se habla incluso de algo más del 50%, y nosotros estamos insistiendo sobre la gente para que vote, participe y sea consciente del momento tan importante que estamos viviendo en Colombia. Luego, en otra orden de cosas, estamos llamando a la gente que votó en la primera vuelta por otros candidatos para que se decanten por nosotros, luchando contra la abstención y contra la incertidumbre que genera. Nuestra batalla está en ganar al mayor número de abstenciones y de personas que votaron por otras opciones, para que se unan a nuestras filas y seamos capaces de dar la batalla definitiva, todo ello dentro de una nueva estrategia que pasa unos nuevos mensajes y darle duro a los debates televisivos, que tan importantes han sido en esta campaña. Nada está perdido todavía, podemos ganar y somos una alternativa clara.

R.A.: ¿Cómo explica que el candidato oficialista Santos, el uribista, tenga más fuerza en los estratos sociales más desfavorecidos, mientras que supuestamente la candidatura que ustedes representan, teóricamente de centro y aglutinando a la izquierda, es la favorita de las clases más altas?

S.F.: Se trata del voto más cualificado, que se llama de opinión, que por lo general no pertenecen a un partido político y que examinan las personas y los programas. Es un voto, digamos, más ilustrado. En este sector social, como dice, tenemos una mayor incidencia de nuestro voto y hemos tenido un cierto éxito. Luego están otros estratos sociales, como las poblaciones rurales, a los que no es tan fácil acceder y hacerles conocer nuestro mensaje. Pero también ha habido una campaña, que ya fue denunciada por el candidato Mockus, en que se ha enviado un mensaje a los sectores sociales más humildes en que los programas sociales que vienen del gobierno, del poder, podrían peligrar si no gana el candidato oficialista, el del presidente Uribe, Santos, y que nosotros vamos a acabar con esos proyectos asistenciales para los más necesitados. Están los programas de Familias en Acción, que supuestamente dicen que queremos eliminar, y se está generando una incertidumbre clara en esos sectores sociales. Se trata de utilizar el miedo para movilizar a estos sectores sociales contra nuestra candidatura y en beneficio del candidato Santos, que pudo llegar más fácilmente a esos grupos a través de esa campaña en detrimento nuestro.

R.A.: ¿Al margen de los resultados, cree que el proyecto de Partido Verde que ustedes representan y lideran es un proyecto consolidado y con perspectivas de continuar en el futuro en la sociedad colombiana?

S.F.: Hablamos después del domingo de estas cuestiones. Ahora tenemos que concentrarnos en las elecciones y ser capaces de ganarlas. No podemos andar ahora discutiendo acerca de si el proyecto va a tener continuidad o no, pues esa es una cuestión para después de ese día. Pero sin duda, y se lo digo muy en serio, nosotros tenemos un sentimiento mutuo de proyecto del país, que tiene que ver con la lucha contra la corrupción y la recuperación de la confianza para la sociedad colombiana. Tenemos que ser capaces, además, de generar la idea de que el fin no justifica los medios y de que no todo vale en Colombia, esa es una parte importante de nuestro capital político. También exigimos y demandamos confianza, transparencia y el uso debido y limpio de los recursos públicos, luchando contra el clientelismo, que son ideas que representan a una parte importante del país y que constituyen los principales ejes de nuestro discurso político. Nuestra apuesta es a la educación, a la tecnología, a la innovación, a la inversión en el futuro del país, al entendimiento y a la cultura. Tenemos un programa para la modernización del el país y seremos capaces de sacarlo del atraso.

R.A.: Se habla de que el candidato Santos trata de crear una suerte de nuevo Frente Nacional, como el que gobernó Colombia durante décadas repartiendo el poder entre liberales y conservadores sin dejar paso a otras alternativas, ¿es cierto?

S.F.: Es un recurso que ha utilizando el candidato Santos muchas veces, que desde que ganó en la segunda vuelta siempre recurre a la apelación a una supuesta “unidad nacional” sin apenas hablar de otros temas importantes, como educación y trabajo. No habla ni de ciencia, ni tecnología, ni de innovación, ni la lucha contra el narcotráfico, ni de la cultura, ni de la educación, ni de la lucha contra el crimen organizado, no se habla de nada más que no sea la dichosa “unidad nacional”…Creo que es un programa pobre a diferencia del nuestro, que representa una apuesta por la defensa de unos valores claros y de un cambio para el país.

R.A.: ¿Cuál es el motivo por el qué no se han llegado a acuerdos entre su candidato y otras fuerzas para la segunda vuelta?

S.F.: Nosotros desde el principio hemos defendido una alianza ciudadana para el país pero sin clientelismos ni prebendas burocráticas. Y el candidato Mockus optó por defender un llamado a la ciudadanía para que de forma libre, sin cargos ni prebendas por medio, se uniera a nuestro proyecto y formase parte del mismo, siempre dentro de esa gran alianza ciudadana que conformó inicialmente la ola verde que dio tantas fuerzas a nuestra candidatura. Sin embargo, creo que tenemos que seguir adelante sin analizar tanto lo que han sido los errores y los aciertos, dando la batalla de aquí a la segunda vuelta y concitar el mayor apoyo social en las urnas. Hay que mirar hacia el futuro, no hacia el pasado.

R.A.: ¿Cree que la campaña del candidato Santos ha utilizado el juego sucio en la campaña electoral?

S.F.: Yo no tengo la menor duda de que ha habido una campaña sucia en contra nuestra. El mismo candidato Santos lo ha hecho en varios comerciales, incluso utilizándose una voz que imitaba la del presidente Uribe en algunas spots de radio. Santos habla de picardía, yo diría algo más. Nosotros, sin embargo, tenemos que alejarnos de ese discurso y decir a Colombia que esa no es la forma de hacer política, de llegar al poder a cualquier costa, a cualquier precio.

R.A.: Usted tuvo un papel muy destacado en su ciudad en la lucha contra la violencia, ¿qué ideas novedosas tienen para ofrecer a Colombia en este camino y más concretamente en la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC)?

S.F.: Lo primero que hay que hacer es reconocer que la violencia es un problema; sin el reconocimiento de que es un problema no hay una solución. Segundo asunto, para derrotar la violencia en las ciudades es necesario tener a más policías en las calles, pues tenemos muy pocos y nuestro nivel de fuerzas de seguridad en las ciudades es mucho más bajo que el de otras partes de Europa y del mundo. No se trata de una militarización de la sociedad, sino de ser conscientes de nuestras deficiencias y carencias; Barcelona tiene, por ejemplo, más policías que Medellín y hablamos de unas ciudades de las mismas características y población. Se trata de estar más en contacto con la ciudadanía y con los barrios, conociendo sus problemas y trabajando a su servicio. Ligado a este aspecto hace falta una justicia que esté adecuada a los problemas de los ciudadanos, acercándose a los problemas cotidianos y concretos; una justicia que vaya de la mano de la policía conformando soluciones precisas a todos los problemas que tenemos en el país. Y, en tercer y último lugar, tenemos que poner en marcha las intervenciones sociales para evitar que los jóvenes caigan en la delincuencia, desterrando para siempre la tentación de caer en las redes del narcotráfico y el crimen organizado, que estas “salidas” sean descartadas, e implementado sobre todo la educación, en definitiva, ofreciendo alternativas razonables y posibilidades. Así es como trabajamos en Medellín y fuimos capaces de generar políticas positivas para los jóvenes. Pero ya le digo, lo primero es reconocer el problema, que está aquí presente en nuestras vidas, y ponernos manos a la obra desde el gobierno nacional en coordinación con otras administraciones para generar propuestas que sean capaces de avanzar y reducir la violencia.

R.A.: En lo que respecta a la política exterior, ¿cuáles son sus propuestas para el país, es cierto como les acusaban de estar más cerca de la Venezuela de Chávez que de Estados Unidos?

S.F.: Esa ha sido parte de la campaña sucia que ha habido contra Antanas Mockus, diciendo que si llegábamos al poder llegaban de nuestra mano las FARC, Chávez, que se acababan nuestros programas sociales y asistenciales; se trataba de manipular al electorado y de generar miedo, aunque luego nadie responde de la campaña y dicen que la misma no tiene responsables políticos, pero los tiene, claro. Nosotros, sin embargo, hemos hecho una campaña por la esperanza y contra el miedo, en positivo, pues creemos que el miedo fragmenta la sociedad y encierra a un país, atemoriza en definitiva. A Chávez sólo le hemos pedido respeto y que no insulte, ya que nosotros no venimos del mundo de los insultos. Hemos querido romper la idea del que fuerte es el que más insulta, más agrede, para decir que nuestra fuerza radica en nuestros principios y en nuestra coherencia. Hemos mantenido una línea de respeto y seriedad, también dentro de nuestras relaciones exterior y ser capaces de trabajar juntos. Nosotros no pensamos como Chávez, obviamente, pero podemos ser capaces de trabajar con él desde el respeto y la soberanía nacional, y así con todos los países, teniendo en cuenta nuestras diferencias pero siempre desde la tolerancia y el principio de la cooperación con todos los países del mundo.

R.A.: Se le critica a Mockus su indefinición, ¿dónde se encuentra políticamente?

S.F.: Es una pregunta que me han hecho muchas veces. Somos una alianza grande, un proyecto cívico que busca una gran convergencia social y que tiene unos principios claros. Dentro del partido hay muchos sectores, pero tenemos unas bases sólidas y unos principios, como haber asumido que en esta sociedad hay una gran desigualdad y que hay que actuar sobre ella, aplicando políticas que tiendan a reducirla. Y que esa mezcla de desigualdad y violencia tienen mucho que ver con los problemas de Colombia; hablamos de políticas que sean eficaces en la batalla contra la inequidad y ser capaces de combatirla. Pero también hablamos de legalidad, de respetar las leyes, de ser capaces de crear un conjunto de normas que sean aceptadas por todos los ciudadanos. Así es posible que desde un esquema convencional hemos sido capaces de romper los estereotipos e ideas tradicionales para conformar un movimiento más amplio, de hondo calado, que transciende la política tradicional para llegar a ser una suerte de gran alianza cívica que lucha contra la desigualdad social y que pretende crear un país con más posibilidades para todos.

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